jueves, 18 de junio de 2015

Asperger = Amor

Elegí hacer mi tarea sobre el Síndrome de Asperger AS porque es una experiencia que empezó cuando mi hijo, en ese entonces con 4 años de edad, fue diagnosticado como AS. Tenía tanto miedo, confusión y miles de preguntas por hacer. Buscaba respuestas por todos lados, muchas de ellas no lograban que yo entendiera el porqué de este suceso, ¿por qué mi hijo? Hasta hace poco me costaba aceptar la “enfermedad” de mi hijo. Hoy sé que él no es diferente a nadie, él es único.
Con el paso del tiempo muchas personas, profesionales de la psicología y la medicina, con trabajo arduo y con amor ayudaron a que mi Príncipe mejore en muchos de sus problemas sobre todo en los sociales.
A veces no lo entiendo. Conversamos tanto, reímos, nos enojamos, ponemos nuestros puntos de vista y como siempre el “tiene la razón”. Su manera de hablar tan formal y elocuente, es como si hablara con una persona de edad adulta, así es mi Príncipe, serio, reservado pero sus abrazos, sus besos y su mirada me hacen sentir la mamá más bendecida del mundo.
Hay personas que cuando se enteran de su condición, me dicen: pobre lo que tienes que padecer... Les digo no padezco nada, soy feliz con él, y lo acepto tal cual es.
El trabajo continúa, sus terapias y actividades extracurriculares lo ayudan mucho.
Hoy en día mi Príncipe tiene doce años, cursa el noveno año de EGB en un establecimiento educativo regular, es muy apreciado por autoridades del colegio, profesores, alumnos y padres de familia y me siento orgullosa de él.

Siempre le digo que él es mi primer amor y el me responde “y tu engreido”… Él es más que eso, es mi vida, mi pasión, mi locura, mi orgullo, mi razón de vivir y esforzarme cada día. Él es el Príncipe de mi reino, él llego a salvar mi vida.

Es por esto que les invito a conocer un poco más sobre este Trastorno, y sepan que la diferencia la marcamos nosotros ya que nuestro trato hacia estas personas no debe ser distintivo sino inclusivo.




Es un trastorno profundo del desarrollo cerebral caracterizado por deficiencias en la interacción social y coordinación motora, y por los inusuales y restrictivos patrones de interés y conducta.
Este comportamiento fue observado y descrito por Hans Asperger, un médico austriaco, cuyo trabajo solo fue traducido al resto del mundo en los años ochenta.

En 1944, un pediatra austriaco llamado Hans Asperger observó a cuatro niños en su práctica que tenían dificultad para integrarse socialmente.  Aunque su inteligencia parecía ser normal, los niños carecían de habilidades no verbales de comunicación, no podían demostrar empatía por los demás, y eran torpes físicamente.  Su forma de hablar era inconexa o demasiado formal, y el interés absorbente en un solo tema dominaba sus conversaciones.    El Dr. Asperger llamó a la afección “psicopatía autista” y la describió como un trastorno de la personalidad principalmente marcado por el aislamiento social. 

Las observaciones de Asperger, publicadas en alemán, no se conocieron ampliamente hasta 1981, cuando el doctora de origen inglés Lorna Wing publicó una serie de estudios de casos de niños que mostraban síntomas similares, lo que llamó síndrome de “Asperger”.  Los escritos de Wing fueron ampliamente publicados y popularizados.  

AS se convirtió en una enfermedad con diagnóstico distinto en 1992, cuando fue incluida en la décima edición publicada del manual de diagnóstico de la Organización Mundial de la Salud, Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD-10), y en 1994 fue agregado al Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales IV (DSM-IV), el libro de referencia diagnóstica de la Asociación Psiquiátrica Americana. 

La persona que lo presenta tiene un aspecto normal, capacidad normal de inteligencia, frecuentemente, habilidades especiales en áreas restringidas, pero tiene problemas para relacionarse con los demás y en ocasiones presentan comportamientos inadecuados.

Ellos luchan sin descanso, con la esperanza de conseguir un futuro más amable en el que puedan comprender el complejo mundo de los seres humanos y ser aceptados tal como son.



Perfil del niño con Asperger

El niño que padece de Asperger tiene un aspecto externo normal, suele ser inteligente y no tiene retraso en la adquisición del habla. Sin embargo, presenta problemas para relacionarse con los demás y en ocasiones presentan comportamientos inadecuados. La capacidad intelectual de los niños con Síndrome de Asperger es normal y su lenguaje normalmente solo se ve alterado cuando es utilizada con fines comunicativos. Suelen fijar su atención hacia un tema concreto, de manera obsesiva muchas veces, por lo que no es extraño que aprendan a leer por sí solos a una edad muy precoz, si ese es el área de su atención.

Un niño con este Síndrome también se encontrará afectado, de manera variable, en sus conexiones y habilidades sociales, y en el comportamiento con rasgos repetitivos y una limitada gama de intereses. Tienen una comprensión muy ingenua de las situaciones sociales, y no suelen manipularlas para su propio beneficio.

La mala adaptación que presentan en contextos sociales es fruto de un mal entendimiento y de la confusión que les crea la exigencia de las relaciones interpersonales.

A pesar de sus dificultades, los niños que padecen de ese trastorno son nobles, poseen un gran corazón, una bondad sin límites, son fieles, sinceros, y poseen un sinfín de valores que podemos descubrir con tan sólo mirar un poquito en su interior.

Es muy frecuente de 3 a 7 por cada 1.000 niños de 7 a 16 años.  Las cifras no son exactas, pero se reconoce que es un trastorno que afecta más frecuentemente a los niños que a las niñas.


Habilidades sociales emocionales:
  • Se relaciona mejor con adultos que con los niños de su misma edad.  
  • No disfruta normalmente del contacto social.  
  • Tiene problemas al jugar con otros niños.  
  • Quiere imponer sus propias reglas al jugar con sus pares.  
  • No entiende las reglas implícitas del juego. 
  • Quiere ganar siempre cuando juega. 
  • Le cuesta salir de casa.  
  • Prefiere jugar sólo.  
  • El colegio es una fuente de conflictos con los compañeros.  
  • No le gusta ir al colegio.  
  • No se interesa por practicar deportes en equipo.  
  • Es fácil objeto de burla y/o abusos por parte de sus compañeros, que suelen negar a incluirlo en sus equipos.  
  • Dificultad para participar en deportes competitivos.  
  • Cuando quiere algo, lo quiere inmediatamente.  
  • Tiene dificultad para entender las intenciones de los demás.  
  • No se interesa por la última moda de juguetes, cromos, series TV o ropa.  
  • Tiene poca tolerancia a la frustración.  
  • Le cuesta identificar sus sentimientos y tiene reacciones emocionales desproporcionadas. 
  • Llora fácilmente por pequeños motivos.  
  • Cuando disfruta suele excitarse: saltar, gritar y hacer palmas.  
  • Tiene más rabietas de lo normal para su edad cuando no consigue algo.  
  • Le falta empatía: entender intuitivamente los sentimientos de otra persona.  
  • Puede realizar comentarios ofensivos para otras personas sin darse cuenta, por ejemplo: "que gordo".  
  • No entiende los niveles apropiados de expresión emocional según las diferentes personas y situaciones: puede besar a un desconocido, saltar en una iglesia, etc. 
  • No tiene malicia y es sincero.  
  • Es inocente socialmente, no sabe cómo actuar en una situación. A veces su conducta es inapropiada y puede parecer desafiante.  
  • No tiene malicia y es sincero.  
  • Es inocente socialmente, no sabe cómo actuar en una situación. A veces su conducta es inapropiada y puede parecer desafiante.
Habilidades de comunicación:

  • No suele mirarte a los ojos cuando te habla.  
  • Interpreta literalmente frases como: "malas pulgas".  
  • Se cree aquello que se le dice aunque sea disparatado.  
  • No entiende las ironías (A ti no te gustan los helados), los dobles sentidos, ni los sarcasmos.  
  • Habla en un tono alto y peculiar: como si fuera extranjero, cantarín o monótono como un robot.  
  • Posee un lenguaje pedante, hiperformal o hipercorrecto, con un extenso vocabulario.  
  • Inventa palabras o expresiones idiosincrásicas.  
  • En ocasiones parece estar ausente (como en la luna), absorto en sus pensamientos.  
  • Habla mucho.  
  • Se interesa poco por lo que dicen los otros.  
  • Le cuesta entender una conversación larga.  
  • Cambia de tema cuando está confuso.
Habilidades de comprensión:
  • Le cuesta trabajo entender el enunciado de un problema con varias frases y necesita que le ayuden explicándoselo por partes.  
  • Tiene dificultad en entender una pregunta compleja y tarda en responder.  
  • A menudo no comprende la razón por la que se le riñe, se le critica o se le castiga.  
  • Tiene una memoria excepcional para recordar datos, por ejemplo: fechas de cumpleaños, hechos y eventos.  
  • Aprendió a leer solo o con escasa ayuda a una edad temprana.  
  • Su juego simbólico es escaso (juega poco con muñecos)  
  • En general demuestra escasa imaginación y creatividad.  
  • Es original al enfocar un problema o al darle una solución. 
  • Tiene un sentido del humor peculiar.  
  • Le es difícil entender cómo debe portarse en una situación social determinada.   
  • Presentan problemas de atención.
Intereses específicos:
  • Está fascinado por algún tema en particular y selecciona con avidez información o estadísticas sobre ese interés. 
  • Por ejemplo, los números, vehículos, mapas, clasificaciones  o calendarios.  
  • Ocupa la mayor parte de su tiempo libre en pensar, hablar o escribir sobre su tema.  
  • Suele hablar de los temas que son de su interés sin darse cuenta si el otro se aburre.  
  • Repite compulsivamente ciertas acciones o pensamientos. Eso le da seguridad.  
  • Le gusta la rutina. No tolera bien los cambios imprevistos (rechaza un salida inesperada).  
  • Tiene rituales elaborados que deben ser cumplidos. Por ejemplo, alinear los juguetes antes de irse a la cama.
Habilidades de movimiento

  • Poseen problemas de motricidad fina, se refleja en la escritura.  
  • Posee una pobre coordinación motriz.  
  • No tiene destreza para atrapar una pelota.  
  • Tiene el niño un ritmo extraño al correr.  
  • Tiene problemas para vestirse.  
  • Le cuesta abrocharse los botones y cordones de los zapatos.  
  • Dificultades en actividades de educación física.
Otras características:
  • Miedo, angustia o malestar debido a sonidos ordinarios, como aparatos eléctricos.  
  • Ligeros roces sobre la piel o la cabeza.  
  • Llevar determinadas prendas de ropa.  
  • Ruidos inesperados (la bocina de un coche).   
  • La visión de ciertos objetos comunes  
  • Lugares ruidosos y concurridos.  
  • Ciertos alimentos por su textura, temperatura.  
  • Una tendencia a agitarse o mecerse cuando está excitado o angustiado.  
  • Una falta de sensibilidad a niveles bajos de dolor.  
  • Tardanza en adquirir el habla, en pocos casos.  
  • Muecas, espasmos o tics faciales extraños.

DIFERENCIAS PRINCIPALES ENTRE EL TRASTORNO DE ASPERGER Y EL TRASTORNO AUTISTA CLÁSICO DE KANNER SON DOS:

1.- Los niños y adultos con Síndrome de Asperger no presentan deficiencias estructurales en su lenguaje, tienen limitaciones pragmáticas como instrumento de comunicaciones, prosodias en su melodía (o falta de ella)

2.-Los niños y adultos con Síndrome de Asperger tienen capacidades normales de inteligencia y frecuentemente competencias extraordinarias en campos restringidos.

DIFERENCIAS ENTRE EL SÍNDROME ASPERGER Y EL AUTISMO DE ALTO FUNCIONAMIENTO.
  • El diagnóstico es tardío.  
  • Pronostico es más positivo.   
  • Déficit Social y de comunicación son menos severos.   
  • Los intereses restringidos son más agudos.  
  • Coeficiente Intelectual verbal es mayor que el coeficiente intelectual funcional. (En autismo, el caso es inverso)  
  • Se observa frecuentemente torpeza o rigidez motora.


Posibles causas del AS

Existe un componente genético con uno de los padres. Con cierta frecuencia es el padre el que presenta un cuadro completo de Síndrome de Asperger. En ocasiones hay una clara historia de autismo en parientes próximos. 

El cuadro clínico que se presenta está influenciado por muchos factores, incluido el factor genético, pero en la mayoría de los casos no hay una causa única identificable.

Un estudio encontró una reducción de la actividad cerebral en el lóbulo frontal de niños con AS cuando se les pidió que respondieran a tareas que requerían el uso de criterio.  

Otro estudio encontró diferencias en la actividad cuando se les pidió a los niños que respondieran a expresiones faciales. 

Un estudio diferente que investigó la función cerebral en adultos con AS reveló niveles anormales de proteínas específicas que se correlacionan con comportamientos obsesivos y repetitivos. 

Sin embargo, nunca se ha identificado un gen específico para AS.  En cambio, la investigación más reciente indica que es probable que haya un grupo común de genes cuyas variaciones o supresiones hacen que una persona vulnerable desarrolle AS.  

Esta combinación de variaciones o supresiones genéticas determinará la gravedad y los síntomas de cada persona con AS.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de AS se complica por la carencia de una evaluación o programa de diagnóstico normalizado.  De hecho, debido a que hay diversos instrumentos de evaluación en uso actualmente, cada uno con criterio diferente, el mismo niño podría recibir diagnósticos diferentes, dependiendo del útil de evaluación que utiliza el médico.  

Para complicar el tema más aún, algunos médicos creen que AS no es un trastorno separado y distinto.  En cambio, lo llaman autismo de alto funcionamiento y lo ven en el extremo leve del espectro autista con síntomas que difieren, sólo en el grado, del autismo clásico.

Algunos clínicos usan dos diagnósticos, AS o autismo de alto funcionamiento, de forma intercambiable.  Esto dificulta la recolección de datos sobre la incidencia de AS, ya que algunos niños serán diagnosticados con autismo de alto funcionamiento en lugar de AS, y viceversa. 

La mayoría de los médicos confía en la presencia de un grupo esencial de comportamientos para alertarles sobre la posibilidad de un diagnóstico de AS.   Estos son: 
  • contacto ocular anormal 
  • retraimiento  
  • no darse vuelta cuando se los llama por su nombre  
  • no usar gestos para señalar o mostrar  
  • falta de juego interactivo  
  • falta de interés en los demás
Algunos de estos comportamientos pueden ser aparentes en los primeros meses de la vida del niño, o aparecer más tarde.  Antes de los 3 años de edad, deben estar presentes problemas en al menos una de las áreas de comunicación y socialización o comportamiento repetitivo y restringido.  

El diagnóstico de AS es un proceso en dos etapas.  La primera etapa comienza con la evaluación del desarrollo durante un examen de “niño sano” con el médico familiar o el pediatra.  La segunda etapa es una evaluación integral de equipo para considerar o descartar el AS.   

Este equipo generalmente incluye a un psicólogo, neurólogo, psiquiatra, terapeuta del lenguaje, y otros profesionales con experiencia para diagnosticar a niños con AS.   

La evaluación integral incluye una evaluación neurológica y genética, con pruebas detalladas cognitivas y del lenguaje para establecer el coeficiente intelectual y evaluar la función psicomotora, las fortalezas y debilidades verbales y no verbales, estilo de aprendizaje, y habilidades para la vida independiente. 

Una evaluación de fortalezas y debilidades de comunicación incluye evaluar formas de comunicación no verbales (miradas y gestos); el uso de lenguaje no literal (metáforas, ironía, idioteces y humor); patrones de inflexión, estrés y modulación del volumen; pragmática (tomar turnos y sensibilidad a sugerencias verbales); y contenido, claridad y coherencia de la conversación. 

El médico observará los resultados de las pruebas y las combinará con los antecedentes de desarrollo del niño y los síntomas actuales para hacer un diagnóstico.

Tratamiento

El tratamiento ideal de AS coordina terapias que abordan los tres síntomas esenciales del trastorno: malas habilidades de comunicación, rutinas obsesivas o repetitivas, y torpeza física.  No existe un paquete ideal de tratamiento para todos los niños con AS, pero la mayoría de los profesionales está de acuerdo que lo antes que se intervenga será lo mejor. 

Un programa eficaz de tratamiento edifica sobre los intereses del niño, ofrece un programa predecible, enseña tareas como una serie de pasos simples, involucra activamente la atención del niño en actividades altamente estructuradas, y brinda refuerzo de comportamiento regular.  Este tipo de programa generalmente incluye:
  • capacitación sobre habilidades sociales, una forma de terapia grupal que enseña a los niños con AS las habilidades que necesitan para interactuar más exitosamente con otros niños
  • terapia conductual cognitiva, un tipo de terapia del “habla” que puede ayudar a los niños más ansiosos o explosivos a manejar mejor sus emociones y disminuir sus intereses obsesivos y rutinas repetitivas 
  • medicamentos, para enfermedades coexistentes como depresión y ansiedad 
  • terapia ocupacional o física para los niños con problemas de integración sensorial o mala coordinación motora 
  • terapia especializada del habla/ lenguaje, para ayudar a los niños que tienen problemas con la pragmática del lenguaje, el intercambio de la conversación normal 
  • capacitación y apoyo para padres, para enseñarles las técnicas de comportamiento para usar en el hogar

El AS en la edad adulta

·    Generalmente cuando nos referimos a personas con asperger hablamos de niños, pero no podemos olvidar que estos niños crecen y se convierten en adultos. Y todos esos adultos con Síndrome de Asperger están ahí, viven entre nosotros. En muchas ocasiones pasan desapercibidos, pero están ahí. Pueden ser nuestra vecina o vecino, nuestra compañera o compañero de trabajo. Están ahí.
·   Y en muchos casos han conseguido, a pesar de todo, tener vidas plenas, éxito en sus carreras profesionales, tienen familia,…, pero muchos de ellos siguen teniendo problemas debidos a la incomprensión, a la falta de apoyos, a la segregación silenciosa a la que se ven sometidos. Y al igual que sucede con los niños, se han convertido en una especie de super agentes, que viven infiltrados entre nosotros. Cuando en realidad, deberían ser uno más, deberían tener la capacidad de estar plenamente incluidos en la sociedad.
·   Las personas con asperger también sufren de acoso, en este caso en sus trabajos, o incluso en las universidades donde estudian. También tienen muchos problemas para mantener sus empleos, sufren muchos problemas de depresión, ansiedad,…, en suma, tristeza e incomprensión provocada por el rechazo.
·  Tienen una discapacidad social impuesta. Tanto hombres como mujeres, quienes en muchos casos han descubierto su especial condición de forma muy tardía, y saberlo en muchos casos supuso una liberación, una respuesta al por qué de sus diferencias. Y descubren que son una especie de James Bond infiltrado en un país extranjero, donde deben descubrir un millón de pautas diferenciadoras que les permita poder vivir pasando desapercibidos. Porque en esta sociedad actual, lo diferente da miedo. Y nuestros agentes 007 deben vivir intentando mezclarse en la sociedad, intentando no llamar la atención. Intentando en muchos casos sobrevivir.
·  Porque ser un agente infiltrado no es divertido, porque intentar aparentar lo que no se es no es divertido. Y en ese proceso de camuflaje social, todos perdemos, porque las personas con asperger tienen mucho que aportar, mucho que decir, mucho que enseñarnos a todos
Las personas con asperger se escapan de la mediocridad social, no están tan influenciadas por los clichés sociales, pero tampoco son super agentes secretos, son sencillamente personas con derechos, personas que pueden aportar mucho a nuestra sociedad.

Cada año, el día 18 DE FEBRERO, se celebra el día INTERNACIONAL DEL SÍNDROME DE ASPERGER 

www.autismodiario.org/

www.asperger.cl